Hablamos con Celia Vega-Penichet

Los abogados jóvenes, embajadores de la responsabilidad social en los despachos.

Abogada de la oficina de Latham and Watkins Madrid

Celia Vega-Penichet es asociada del departamento de Corporate de Latham & Watkins desde hace tres años. Graduada en Derecho y Administración de Empresas por la IE University y cursando un semestre en la University of Miami School of Law, se especializó en Derecho de Empresa por el IE Law School.

Celia participa de forma activa en los proyectos de la Fundación y actualmente forma parte del equipo de abogados que, junto con la clínica jurídica de la Universidad Villanueva, está elaborando una guía para la Fundación Porque Viven sobre las principales cuestiones legales que afectan a pacientes de cuidados paliativos pediátricos y a sus familias.  A lo largo de esta entrevista conoceremos más detalles de este proyecto y, sobre todo, lo que significa para Celia participar como abogada en iniciativas pro bono.

Nos consta que la posibilidad de realizar trabajo pro bono es un criterio que los jóvenes abogados tienen cada vez más en cuenta para escoger la firma en la que iniciar su andadura profesional. ¿Qué importancia tiene para ti la práctica pro bono en el marco de tu carrera como abogada?

Conocí el pro bono en mi época de estudiante, participando en la clínica jurídica del IE Law School. En ese contexto, obtuve el premio al esfuerzo y la excelencia otorgado por la Fundación Fernando Pombo, donde tuve la oportunidad de realizar prácticas pro bono. Considero que nuestra profesión conlleva una capacidad y responsabilidad única de defender la justicia equitativa y los intereses de grupos o individuos con recursos limitados. Todos, en general, y los abogados, en particular, tenemos el deber de devolver a la sociedad parte de lo que recibimos. En el momento de decidir el despacho en el que comenzar mi carrera profesional, valoré mucho la relevancia que se le diera al pro bono dentro de la organización. Tenía claro que quería formar parte de una firma en la que la hora facturable tuviera la misma importancia que la hora de trabajo pro bono. Para mí es algo fundamental; sin la práctica pro bono mi profesión de abogada tendría muy poco sentido.

Como joven abogada de un gran despacho, nos gustaría conocer tu opinión sobre el papel que crees que pueden tener las nuevas generaciones en el desarrollo e impulso de los programas pro bono en los despachos de nuestro país.

Creo que los abogados jóvenes somos verdaderamente conscientes de la responsabilidad social que va aparejada a nuestra profesión y, por lo tanto, es un deber de las nuevas generaciones exigir a los despachos que cuenten con programas pro bono y que la práctica pro bono forme parte de nuestro desarrollo profesional. Trabajar en el mundo de la abogacía transaccional te puede alejar de la realidad social y deja muy poco tiempo para otras causas, de ahí que sea tan importante exigir que los despachos ofrezcan una estructura adecuada que facilite la participación en proyectos pro bono.

«Creo que los abogados jóvenes somos verdaderamente conscientes de la responsabilidad social que va aparejada a nuestra profesión y, por lo tanto, es un deber de las nuevas generaciones exigir a los despachos que cuenten con programas pro bono.»

En la Fundación creemos que la responsabilidad social de la abogacía no solo afecta a los despachos, sino también a cada una de las personas que ejercen esta profesión. Es el mensaje que hemos querido trasladar con nuestra iniciativa COLABORA. Nos encantaría que nos ayudaras a animar a tus colegas a participar en la práctica pro bono. ¿Qué beneficios reporta el trabajo pro bono a los profesionales del Derecho?

La práctica del Derecho está íntimamente relacionada con los valores, la moral y lo que es justo, por lo que tener la capacidad de aportar a la sociedad a través de las herramientas de tu profesión es algo maravilloso y un privilegio. Ser consciente de que con tus conocimientos puedes generar impacto directo en la sociedad y contribuir a crear un mundo mejor genera una satisfacción personal incomparable. La práctica pro bono te ayuda a crecer como persona y a enfrentarte a problemas de los que quizás no eras consciente.  Además, participando en proyectos pro bono, tienes la oportunidad de trabajar con colegas y compañeros de otros departamentos y áreas jurídicas, lo cual no es tan común en nuestro día a día.

Te has formado en facultades de Derecho de Estados Unidos, un país en el que el pro bono tiene un largo recorrido y desarrollo. ¿Qué papel ocupaba el pro bono en los planes de estudios? ¿Qué diferencias observas con el tratamiento que se da en las facultades de nuestro país?

Obviamente, en EEUU la práctica pro bono en las universidades está a otro nivel, pero creo que en España vamos por muy buen camino. Además, el hecho de que las nuevas generaciones tengan un perfil cada vez más internacional, con una interconexión absoluta gracias a las nuevas tecnologías, está acelerando el desarrollo de las clínicas jurídicas en nuestro país, en el que, por otra parte, existe mucha cultura de voluntariado. Aun así, el pro bono se sigue enmarcando, por lo general, en programas fuera del core de los programas y creo que debería ser una cuestión más troncal dentro del plan de estudios.

«El hecho de que las nuevas generaciones tengan un perfil cada vez más internacional, con una interconexión absoluta gracias a las nuevas tecnologías, está acelerando el desarrollo de las clínicas jurídicas en nuestro país.»

Precisamente, en el proyecto para la Fundación Porque Viven participan alumnos de la clínica jurídica de la Universidad Villanueva. ¿Qué crees que una experiencia como esta puede aportar a estudiantes de Derecho? Y desde el punto de vista de los abogados que participáis, ¿qué interés tiene para vosotros trabajar codo con codo con los alumnos?

Participar en proyectos pro bono en fases tempranas de tu formación te ayuda a desarrollar habilidades que de ninguna manera adquieres, por ejemplo, a través del Derecho transaccional. Tras mi experiencia en la clínica jurídica como estudiante, es genial poder estar ahora en el otro lado, en el papel de la abogada que orienta a los alumnos. Trabajar con ellos te permite comprobar que las nuevas generaciones tienen una clara motivación por el pro bono y una visión mucho más fresca. Además, a los despachos les viene muy bien participar en estos proyectos con clínicas jurídicas, porque tienen la oportunidad de conocer el talento que algún día tocará a su puerta y de interactuar con ellos desde el principio.

«Tras mi experiencia en la clínica jurídica como estudiante, es general poder estar ahora en el otro lado, en el papel de la abogada que orienta a los alumnos.»

En este proyecto, no sólo trabajáis con estudiantes, sino también con abogados de otros despachos de la red de la Fundación. ¿Cómo valoras la posibilidad de trabajar con colegas de otras firmas? ¿Dirías que la práctica pro bono propicia especialmente estos espacios colaborativos?

Mientras que en nuestra práctica del día a día la contraparte puede considerarse, en muchas ocasiones, “el oponente”, el pro bono crea muy buen ambiente y sinergias que de otra manera sería imposible que se generaran. El hecho de colaborar con colegas de otros despachos y áreas jurídicas es muy enriquecedor. Trabajando juntos por una buena causa es el mejor de los contextos para crear experiencias colaborativas.

La Fundación Porque Viven realiza una increíble labor para hacer frente a una realidad tan dura como es la que viven los niños y niñas que reciben tratamientos paliativos. Nos gustaría que nos hablaras del potencial del Derecho para impulsar y apoyar a entidades como ésta. ¿Qué puede aportar un abogado al tercer sector de acción social?

El tercer sector tiene una necesidad jurídica importante y raramente cuentan con asesoría legal interna. Como asociaciones o fundaciones, son personas jurídicas sometidas a requisitos legales con los que cumplir para seguir funcionando. En un país tan burocrático como el nuestro, la orientación de un abogado es fundamental. También a nivel operacional tenemos mucho que aportar, pues todas las causas sociales que persiguen las entidades tienen un alto componente jurídico. Este tipo de asesoramientos van más allá de ofrecer una respuesta jurídica, ya que debes afrontarlos con una sensibilidad especial.

«La Fundación Pro Bono España facilita mucho el trabajo de los que realizamos pro bono y, gracias a los proyectos que nos ofrecen, podemos conocer realidad que de ninguna manera conoceríamos a través de nuestra práctica laboral.»

Una parte importante de nuestro trabajo es hacer posible estas sinergias entre entidades del tercer sector, despachos, abogados y universidades. ¿Cómo valoras que exista en nuestro país una organización como la Fundación Pro Bono España?

Tenéis un papel fundamental. La Fundación Pro Bono España ejerce una labor magnífica de coordinar a todas las partes involucradas en el pro bono. Sin la Fundación Pro Bono España, el impacto que pudieran tener los despachos sería mucho menor, puesto que les permite colaborar en proyectos a los que de otra manera no podrían acceder. También las iniciativas para sensibilizar e institucionalizar la práctica pro bono tienen un mérito enorme. La Fundación Pro Bono España facilita mucho el trabajo de los que realizamos pro bono y, gracias a los proyectos que nos ofrecen, podemos conocer realidades que de ninguna manera conoceríamos a través de nuestra práctica laboral.