Conociendo a Fundación Nadine

Hablamos con María Suárez, Directora de Fundación Nadine. María Suárez, licenciada en Sociología y MBA por el Instituto de Empresa, lidera una organización innovadora que apoya a jóvenes artistas que impulsan proyectos con impacto social y medioambiental.

María, la mayor parte de tu carrera profesional ha estado vinculada a lo social. ¿Qué es lo que te atrae de este mundo? ¿Has percibido algún cambio o evolución en el tercer sector de nuestro país? ¿Cuáles son sus principales retos?

Cuando necesitas trabajar con propósito, el tercer sector acaba siendo tu casa inevitablemente. Desde bien joven sabía que quería hacer sociología y estar vinculada a proyectos sociales. Y aunque he hecho mis pinitos en administraciones públicas y en empresa privada, el cuerpo al final me pedía emprender proyectos con potencial de transformación social. Mi primera incursión en el mundo social consistió en poner en marcha una línea de microcréditos para mujeres emprendedoras y fue cuando me di cuenta de que era necesario contar con las herramientas de gestión adecuadas. Por eso cursé un MBA, con el objetivo de poner esas herramientas al servicio de proyectos sociales. Creo que actualmente la innovación, el impacto y el emprendimiento están mucho más presentes en el tercer sector, y eso es maravilloso.  En cuanto a los retos, diría que en el ecosistema del tercer sector, en general, nos cuesta mucho cooperar, cocrear y reconocer que hay líneas de nuestro plan estratégico que coinciden con las de otra organización, porque nos hace cuestionarnos nuestro lugar. Deberíamos poner el foco en ser útiles a nuestros beneficiarios, aunque eso pase por ceder y transferir conocimiento. Por otro lado, también sería bueno que el tercer sector ganara en flexibilidad y adaptabilidad y que miráramos a las tendencias innovadoras que se están asumiendo fuera de España.

¿Cómo nació Fundación Nadine y cuál es la conexión con España?

Fundación Nadine nace en 2019 en memoria de la hermana de Evelyn Joyce, su fundadora, que murió de cáncer siendo muy joven. Debido a la muerte de Nadine, su familia puso en marcha una fundación en Holanda, que ya tiene muchísimos años de trayectoria, y Evelyn quiso hacer algo similar en España relacionado con los jóvenes y el arte. En ese punto nos conocimos y decidimos iniciar este proyecto con el objetivo de identificar el talento de jóvenes artistas y ayudarles a impulsar iniciativas con impacto social o medioambiental. No estábamos seguras de que existiera una necesidad real de los jóvenes artistas de generar sus propios proyectos, así que optamos por lanzar una primera convocatoria con un mensaje claro: “Jóvenes del mundo, si tenéis una idea en el cajón que no os atrevéis a sacar, ahora es vuestro momento”. Tras ese primer llamamiento se presentaron más de 300 candidaturas, por lo que concluimos que sí, que, efectivamente, existía la necesidad de que alguien acompañara a estos jóvenes artistas a materializar sus ideas de impacto.

"Jóvenes del mundo, si tenéis una idea en el cajón que no os atrevéis a sacar, ahora es vuestro momento."

Arte e impacto social. Es una propuesta muy innovadora. ¿Cuáles son las líneas de trabajo de Fundación Nadine y qué tipo de proyectos apoyáis?

Hay un gran debate sobre la relación entre el arte y el impacto social, porque solemos entender el arte como un fin y no como un medio, pero la herramienta artística tiene una gran capacidad de transformar realidades. Por ejemplo, está demostrado que integrar música en el protocolo médico de personas que se encuentran en la UCI hace que mejoren sus constantes vitales. O, siguiendo con la música, el proyecto “Nana” es una iniciativa musical y social en la que músicos y artistas acompañan a recientes madres con sus bebés en el proceso de creación, interpretación y grabación de sus propias canciones para sus bebés. El objetivo es cuidar del bienestar materno y fortalecer los vínculos afectivos materno-filiales, dañados debido a situaciones de violencia y desamparo. Llegaron a grabar las nanas con orquesta y forman parte de una iniciativa internacional en la que, una vez al año, realizan un concierto en el Carnegie Hall con todas las madres del mundo a las que han atendido.  Otro ejemplo es el de Kubbo, una compañía de artes escénicas e innovación social que facilitan que personas de todos los contextos y procedencias disfruten el arte como un medio de aprendizaje y de cambio social.

¿Por qué el foco en los jóvenes? ¿Dirías que las nuevas generaciones dan una mayor importancia al impacto social de su actividad profesional?

En España hay un gap enorme: hay mecenas que financian proyectos artísticos ya consolidados, pero prácticamente nadie está apoyando a jóvenes artistas en situación de desempleo que quieren transformar la sociedad a través de su arte. Muchos de ellos tienen proyectos artísticos cuyo propósito tiene que ver con su propia historia y utilizan el arte como herramienta para canalizar y gestionar situaciones personales difíciles. La vocación artística entre los jóvenes está aumentando, cada vez hay más alumnos que optan por el bachillerato artístico y la gran mayoría tienen una preocupación orgánica y auténtica por el medioambiente, la igualdad, la salud mental, y quieren ser protagonistas del cambio.

Este mes se ha conmemorado el Día Internacional de la Mujer. ¿Están teniendo las mujeres artistas un papel activo en el campo del emprendimiento social?

Si nos centramos en el fondo de los proyectos, el género no debería ser relevante, en la medida en que son proyectos con propósito, vinculados a la historia vital de cada uno de los artistas.  No obstante, como en todos los sectores, en el emprendimiento artístico y social también existe la brecha de género. Aunque en las disciplinas artísticas las estudiantes mujeres son mayoría (también el 60% de los proyectos que recibimos en Fundación Nadine son presentados por mujeres), los grandes proyectos de emprendimiento social están liderados por hombres. Tampoco es fácil desde el punto de vista de la conciliación, pues el emprendimiento artístico es muy duro, hay que dedicarle cuerpo y alma.

Miremos hacia el futuro. ¿Cuáles son los objetivos de Fundación Nadine a medio-largo plazo? ¿Cuáles son los principales retos que tenéis sobre la mesa?

Para nosotras es muy importante consolidar, seguir lanzando convocatorias que saquen a la luz el talento de los jóvenes artistas. Es fundamental no perder el foco y seguir muy de cerca todos los proyectos para poder medir el impacto, seguir aprendiendo y, sobre todo, seguir siendo útiles a nuestros beneficiarios, que sientan que estamos apoyándoles en todo momento. Ojalá lleguemos a producir un cambio sistémico real, identificando semilleros de talento y de inversión de impacto para que la brecha que hoy en día existe entre ambos acabe desapareciendo. En ese punto Fundación Nadine dejaría de tener sentido y nos dedicaríamos a otra cosa, y eso es lo deseable.   

Fruto de la colaboración entre la Fundación Pro Bono España y Fundación Nadine, este mes han tenido lugar varias sesiones formativas con el objetivo de abordar las principales cuestiones legales que afectan a los jóvenes que emprenden proyectos artísticos con impacto social o medioambiental. ¿Cómo surgió esta iniciativa? ¿Cuál ha sido la recepción por parte de vuestros usuarios? ¿Son realmente irreconciliables los mundos artístico y jurídico?

Fundación Pro Bono España rompe una brecha, que tiene que ver con la lejanía que hay entre el mundo jurídico y el mundo artístico, rompe el mito de que los abogados son inaccesibles e impagables. El hecho de haber tenido estas sesiones de pro bono ha hecho que nos diéramos cuenta de lo bien que fluyen ambos mundos, que están íntimamente relacionados. Los artistas han tenido la oportunidad de comprobar que es necesario entender el contexto jurídico en el que van a desenvolverse para evitar cometer errores y para sacar el máximo partido a su actividad. La iniciativa ha tenido una acogida enorme y es un modelo perfectamente replicable en futuras convocatorias. Lo que hacéis desde Fundación Pro Bono España, al fin y al cabo, es cambiar realidades, así que enhorabuena.

"Fundación Pro Bono España rompe una brecha, que tiene que ver con la lejanía que hay entre el mundo jurídico y el mundo artístico, rompe el mito de que los abogados son inaccesibles e impagables."

¿Cómo valorarías vuestra primera experiencia de colaboración con la Fundación Pro Bono España? ¿Qué dirías a otras organizaciones para que se animaran a acercarse al mundo del pro bono?

Debido a mi trayectoria en el tercer sector, he tenido muchas experiencias pro bono y, lo digo de corazón, lo que conseguís con Fundación Pro Bono España es que el trabajo pro bono marque realmente la diferencia. Garantizáis que este regalo que recibimos las entidades sea un regalo de alta calidad, con los mejores profesionales, que además adaptan su asesoramiento al interlocutor. Esa es la diferencia, ese es el valor añadido que aporta Fundación Pro Bono España, que el pro bono no dé igual, que con él se pretenda un cambio real.