Carta de Roberto Pomares

¿Quién es y cuál es su relación con el trabajo pro bono? Roberto Pomares es socio de Derecho corporativo de King and Wood Mallesons, firma internacional a la cual representa en el Patronato de la Fundación Pro Bono España y como coordinador pro bono. Roberto es un convencido de la necesidad del trabajo pro bono y del compromiso social de la abogacía.

Abogados con impacto

Queridos amigos y amigas:

Han transcurrido casi tres años y medio desde que se constituyó formalmente la Fundación Pro Bono España. Este breve período de tiempo nos ha permitido constatar el éxito de esta iniciativa, pero, sobre todo, nos ha permitido corroborar lo necesaria que resultaba y lo mucho que puede aportar a nuestra sociedad, especialmente teniendo en cuenta que las dificultades a las que tienen que hacer frente los colectivos más vulnerables se han visto agravadas por la crisis causada por la pandemia del COVID-19.

Como todos bien sabemos, la sociedad española es una de las sociedades con mayor sensibilidad social y más solidaria a nivel mundial en muchos ámbitos y el sector de la abogacía no puede ser menos, sobre todo porque está en los genes de nuestra profesión el intentar conseguir un mundo más justo para todos, y esa justicia debe construirse desde los cimientos, cubriendo las necesidades básicas de quien más lo necesita. La posibilidad de cubrir las necesidades básicas de todo ser humano parte del reconocimiento de sus derechos y de la adecuada protección frente a la vulneración de los mismos.

En este sentido, cabe recordar que ya en 2009 la Declaración de Madrid sobre la responsabilidad social de la abogacía proclamaba el compromiso de los abogados con la sociedad y con el valor universal de la Justicia, promoviendo muchas de las iniciativas que constituyen los pilares básicos de la Fundación. Más recientemente, el Plan de Acción elaborado por el Consejo General de la Abogacía Española reconoce la importancia del pro bono para proteger y promover de modo efectivo los derechos y libertades de colectivos vulnerables, comprometiéndose al impulso de los programas pro bono.    

La Fundación nos permite canalizar el objetivo de proteger los derechos de los más vulnerables ayudando a los que ayudan a esos colectivos. Si bien, para conseguir el impacto que todos deseamos, es necesaria la implicación y colaboración proactiva de todos y cada uno de nosotros, en diversos ámbitos, al objeto de promover la cultura pro bono en nuestros despachos y en el sector jurídico en general, expandir el ámbito de actuación y las capacidades de la Fundación mediante la búsqueda activa de nuevos miembros o aliados y contribuyendo a su sostenibilidad. Todo ello, con el objetivo de expandir la capacidad de ayudar a los colectivos más necesitados y por lo tanto contribuir a la mejora de nuestra sociedad.

Pero además del cumplimiento de un compromiso ineludible con nuestra sociedad, la colaboración con la Fundación y la participación activa en los asuntos pro bono canalizados por la Fundación nos permite un enriquecimiento personal inigualable. A modo de ejemplo, la colaboración con la Fundación me ha permitido vivir experiencias tales como, por un lado, colaborar con Alianza por la Solidaridad, de la mano de otros compañeros del despacho y de Dentons, y conocer de primera mano las dificultades que tienen que afrontar las mujeres inmigrantes para el reconocimiento de sus derechos, teniendo la oportunidad de sugerir mejoras en la normativa para agilizar el reconocimiento de esos derechos o, por otro lado, trabajar con Homeless Entrepeneur, junto con otros compañeros del despacho y de la Clínica Jurídica de la Universidad Rey Juan Carlos, para proponer medidas para articular un reenfoque de la normativa relativa a la protección de las personas sin hogar al objeto de promover y facilitar su reincorporación a la sociedad mediante su empoderamiento personal en vez de seguir el modelo actual, más cortoplacista, de asistencia social a sus necesidades básicas.  

Además, la colaboración con la Fundación nos permite formar parte de la red de abogados más potente a nivel nacional, con más de 3.000 abogados de buena parte de los principales despachos del mercado, trabajando desde el mismo lado de la mesa en proyectos apasionantes, así como disfrutar del entusiasmo de los estudiantes de derecho, a través la colaboración de la Fundación con las clínicas jurídicas, constatando de primera mano el magnífico futuro que le espera a la abogacía española, con futuros abogados que, además de una gran formación, demuestran una preocupación real por llevar el derecho a los más necesitados.

Espero que estas líneas hayan fomentado en cada uno de vosotros una reflexión sobre los motivos que os han movido a dedicaros a una profesión cuyo objetivo último es la búsqueda de la justicia, en el sentido más amplio del término, y en qué medida podéis contribuir a ese encomiable objetivo a través de vuestra profesión como abogados, donando parte de vuestro trabajo en favor de los más necesitados.  

Por último, no puedo terminar esta carta sin mostrar mi más sincero reconocimiento y agradecimiento a la encomiable labor que viene realizando el equipo de la Fundación formado por Leire, Lola, Silvia e Irene, su perseverancia supone una motivación adicional para cada uno de nosotros.

Un abrazo y espero que podáis disfrutar de la Navidad con vuestros seres queridos.